jueves, 3 de febrero de 2011

Leo filosofía.

Filosofo durante un buen rato.

ante la terrible posibilidad de que el vacío, el no-ser, lo indefinido, la nada
sea la esencia del Ser... de ese Ser que está más acá, junto a nosotros, lejos de un dios..
frente al pensamiento que poco a poco reconoce la complejidad de la vida,
y con la firme convicción de que el ápeiron está ahí...

veo mi ser-así, siento mi hacer. Y lo veo solo, frío.

Y con todo ese impactante saber que reconforta y asusta... nada vale si no estás tú.

pero, por qué tú? porque es el amor el que está involucrado.

amor que confirma la existencia del milagro que viven dos amantes,
y la presencia de un Dios en toda la extensión de su palabra.

Pero mi ser-así es solitario y frío. No soy uno de esos amantes...
entonces, de qué sirve amar a quien no puede y no quiere amarte?
de qué sirve entregar tu alma entera, a un imposible?

siempre me sentí griego en tragedia. Pero no hay helenismo, no hay tragedia.
Sólo estoy yo, con mis manos frías.

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