Una vez una amiga me dijo: "él me prometió la luna y las estrellas, pero no vi que hiciera algo al respecto..."
Eso me hizo pensar. Realmente deseo lo que creo desear?
Una vez me enamoré más de una idea que de una persona. Intenté conocerla pero ella no dio su brazo a torcer, como dicen por ahí. Y no hice nada para cambiarlo; a penas tímidos intentos que terminaron en fantasías propias y promesas incumplidas.
Me pregunto hasta dónde soy esclavo de mi propia ilusión. Hasta dónde termino por esconderme en el refugio del "hubiera", del "me gustaría", del "puede ser". Categorías ontológicas que atañen más al estado emocional y la claridad mental. Pero, será esa una de las características del ser humano? Es muy posible.
Lo cierto es que creo que ya es hora de cambiar, de tomar decisiones y apostar a lo grande. Una vez lo hice?? mi memoria me está recordando que sí. Me entregué y aposté todo. Pero esa apuesta significó uno de mis gran grandes fracasos y por ende, fabulosas experiencias.
Creo que aún no acaba todo. Creo que puedo tener una oportunidad más de encender ese fuego que estuve a punto de convertir en realidad. Creo que la vida tiene algo más que enseñarme en ese punto, con esa persona, con ese fuego.
Toda mi artillería, todos mis destructores y acorazados, toda mi fuerza aérea será puesta en marcha. Como golpe bélico alemán, como fuerza arrolladora rusa, como ataque griego lleno de honor, como misión suicida japonesa... allá voy. Allá voy...
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